El retorno de la inversión siempre condiciona cualquier campaña de marketing. Es una de las máximas preocupaciones a la hora de diseñar una estrategia online. Una inquietud que desaparece por completo cuando hablamos de Inbound marketing porque el contenido creado permanece en el tiempo en la página web, con su propio valor económico y rendimiento. Mientras que una campaña de publicidad digital al uso representa un gasto para las empresas, la estrategia Inbound es una inversión que sirve para impulsar el comercio electrónico, reforzar y mejorar la imagen corporativa, fidelizar clientes y posicionar la marca.
Inbound marketing hace llegar al consumidor objetivo contenido relevante en función del contexto para tratar de convertirlo en cliente. Un ejemplo es un blog orientado a resolver problemas o necesidades del llamado buyer persona, un concepto de nueva creación que alude al perfil del comprador tipo. Este comprador viene segmentado no solo en función del género, edad y ubicación geográfica, sino también por otros criterios psicográficos, la motivación, los intereses o por la percepción de nuestro producto en la resolución de su problema.
El contenido generado se queda presente en el blog y, a través del SEO, se puede conseguir que el consumidor nos encuentre cuando realice una búsqueda, por lo que la inversión es todo un éxito. Esta es la fase de la atracción.
Si logramos asegurarnos de que encuentra un resultado adecuado a su búsqueda, probablemente conseguiremos que se interese por alguno de nuestros contenidos descargables (por ejemplo, ebooks, webinars, vídeos o plantillas) y captar sus datos. Esta es la fase de la conversión.
Ya en la fase de educación, los usuarios reciben, a través del correo electrónico, información útil para cada una de las etapas de su proceso de compra. Para implementar esta fase se aplican técnicas de automatización como lead scoring y lead nurturing. El primero realiza una valoración de cuántos y cuáles de los contactos están más dispuestos a formalizar la compra. O lo que es lo mismo, mide la intención de un contacto para adquirir un producto o servicio y, al mismo tiempo, trata de saber cómo evoluciona la postura de nuestros potenciales compradores. Lead nurturing permite enviar por correo electrónico y de forma automatizada contenidos personalizados según la fase del ciclo de compra del usuario, su perfil y su comportamiento. En esta fase también se pueden utilizar estrategias de retargeting y de personalización de los contenidos y elementos de una web.
La última fase de nuestra estrategia inbound es el cierre y la fidelización. De todas formas, inbound marketing no solo se orienta a conseguir clientes finales, sino también a otros propósitos como mantenerlos satisfechos, ofrecerles información útil, cuidar de aquellos que pueden convertirse en prescriptores de la marca…
Con inbound marketing, se puede saber lo que cada persona necesita en cada momento, en función de si ese registro o lead está más o menos cualificado. A cada una de las personas de nuestra base de datos se le puede ofrecer contenido de diferente tipo, según la fase del proceso de compra en que se encuentre.
Inbound marketing es una estrategia online perfecta para no perder la exposición pública de la marca cuando no se quiere depender de una inversión económica directa en publicidad de forma continuada.