Existen tantos principios como modos de vida, pero ninguno es tan sencillo de entender y complicado de aplicar como el Principio KISS (Keep It Simple, Stupid). Este principio filosófico, que deriva del método científico “Navaja de Ockham” o del principo de economía que dice: “La mejor solución no es la más elaborada o compleja, sino la más simple”, se basa en eso, la simplicidad como clave del éxito.
La realidad es que con el tiempo todo confluye en la sencillez y el mundo digital es un claro ejemplo de ello, ya que cada vez se reduce más el número de páginas y su contenido gráfico y textual. Este minimalismo que puede parecer extremo, nos enseña que hay que eliminar el exceso de información visual y esta máxima se puede aplicar tanto a la cantidad de muebles y enseres que hay dentro de una casa, como a la cantidad de información que hay en una aplicación o página web. Todo se reduce a facilitar que encontremos lo que estamos buscando en un simple vistazo o en los mínimos pasos posibles.
Ser simple no es fácil
Paradójicamente la filosofía KISS no es fácil de lograr porque estamos acostumbrados a creer que cualquier proceso está más trabajado cuanto más complicado parece. Sin embargo, la experiencia nos demuestra que la clave del éxito está en la sencillez y que todo funciona mejor si es simple. ¿Por qué?, porque todo lo que es simple es fácil de cambiar, de recordar, de adaptar y de mantener, y porque la complejidad está ligada al desorden y a las contradicciones lógicas, lo que nos genera incertidumbre y, casi siempre, desinterés y abandono.
La simplicidad es una gran virtud y qué mejor ejemplo para ilustrar esta afirmación que con ejemplos cuya clave del éxito radica en lo simple:
- Apple arrasó con una imagen minimalista y con la posibilidad de manejarlo todo con un simple botón.
- IKEA cambió las complejas instrucciones de montaje por simples dibujos.
- Compitiendo con grandes portales y buscadores atestados de contenidos como Terra, Lycos o Yahoo, Google consiguió triunfar con un simple buscador.
Y como extra, dejo aquí uno de los mantras de Steve Jobs: “Lo simple puede ser más difícil que lo complejo pero conseguirlo es un trabajo duro que implica pensar con claridad. Pero vale la pena, una vez que lo logras puedes mover montañas”.
Ya sabéis, pensad simple lo que es complejo y ¡a triunfar!